Sevilla, 1911. El Marqués del Nervión, propietario de los terrenos del Cortijo Maestrescuela, dona en ese año a la ciudad, unos solares para la construcción de la nueva cárcel de Ranilla y el Matadero Municipal. El arquitecto D. Aníbal González estudió estos solares y ofreció un trazado inicial para construir en ellos, un barrio, basado en los proyectos de Ebenezer Howard, el cual planteaba una forma de vida donde el hombre viviera en la naturaleza sin renunciar a las ventajas de la ciudad, con un lema inicial: “Cada familia una casa y cada casa un jardín”. El proyecto contemplaba una Gran Parroquia, de cruz latina y dos torres en su fachada, presidiendo una gran plaza central rodeada de un trazado radial de calles y tres avenidas con bulevares. Pero el proyecto se modificó debido a las características del terreno, ya que seguirse los planos iniciales, la Parroquia estaría situada en el terreno ocupado por el Restaurante Almutamid. De esta disposición radial de calles, solo se ejecutó la mitad, lo que en la actualidad es la barriada de Ciudad Jardín, lo primero que se construyó y que sirvió de residencia a trabajadores y turistas venidos a la ciudad con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. 

Su Emcia. Emmo. Sr. Cardenal Ilundain, viendo el crecimiento de la cuidad y que el número de vecinos iba aumentando, se volcó con este proyecto y planificó sobre ellos, la construcción de una Parroquia, la cual serviría a los fieles para satisfacer las necesidades espirituales. Se compró un solar a la Inmobiliaria Nervión y se encargó el proyecto de estudio y los planos al arquitecto del Excmo. Ayuntamiento, D. Antonio Arévalo, que se inspiró en la nave central de la Basílica de San Pedro.

Lunes 9 de Noviembre de 1925, cuatro de la tarde. Numerosos fieles acuden a la colocación y bendición de la primera piedra del edificio. El barrio se engalana, Ante el futuro altar mayor, se colocó una gran Cruz de madera. Al acto asistieron además del Emmo. Sr. Cardenal, que estuvo acompañado por su mayordomo, D. Laureano Tovar, sus Altezas Reales los Infantes D. Carlos, Dña. Luisa y Dña. Isabel Alfonsa, acompañados del Ayudante, D. Mario de la Escosura,; Sr. Alcalde la ciudad D. Agustín Vázquez Armero; D. José María López Cepero, Presidente de la Diputación, D. Jerónimo Armario, Iltmo. Sr. Vicario General; Marqués de Valede Iñigo, Delegado de Hacienda; Sr. Candau, Rector de la Universidad, Marqués de Alventos, Teniente Hermano Mayor de la Real Maestranza; Sr. Diez, Comandante de Marina; Sr. De Miguel, Comisario de Policía; una comisión del Cabildo Catedral y otra de la Universidad Pontificia; D. José Holgado, Juez Eclesiástico; Sres. Noguera y Lazo, Capellanes Reales; Sr. Solanilla, Teniente Vicario Castrense, con una comisión del Cuerpo eclesiástico castrense; nutridas representaciones de la Universidad de Curas Párrocos, de todas las Ordenes religiosas de Sevilla y del Seminario; D. José María de Ibarra; Marqués de Albudeite; D. Felipe de Pablo Romero y D. Pablo Armero, en representación de la Sociedad Inmobiliaria Nervión, D. Antonio Arévalo, arquitecto de la obra y D. Félix de los Ríos Martín, de la empresa constructora de “Vías y Riesgos”.

En la Ceremonia, el Cardenal Arzobispo, revistióse de Pontifical, estuvo asistido por el Sr. Deán, D. Luciano Rivas, actuando como Presbítero Asistente y por los Canónigos Sres. Sánchez y Santos, contraje coral y por los Beneficiados Sres. Díaz Pavón y Martín. Cantaron los salmos en gregoriano la Schola Cantorum del Simnario y la Universidad Pontificia. Se bendijo la primera piedra, rociándola con agua bendita y haciendo en los cuatro lados de la misma, con un punzón, la señal de la cruz. Tras las letanías, el Sr. Cardenal descendió a la zanja donde había que colocarla según indicó el señor arquitecto. El acto se hizo según el Pontifical romano, echando el Prelado una paletada de cemento, como también lo hicieron Sus Altezas Reales.A su terminación, tiraron del diferencial, revestido de una cinta de seda rosada, y la piedra quedó en su sitio.

En el interior de la piedra, se guardó el acta firmada con anterioridad por el Sr. Arzobispo, los Infantes D. Carlos, Dña. Luisa y Dña. Alfonsa y por las autoridades asistentes a la ceremonia; una medalla con el busto de Su Santidad en el anverso y la efigie de los santos canonizados en este año jubilar en el reverso; un número del “Boletín Oficial del Arzobispo” y un número de “El Correo de Andalucía” que contenía el artículo del Sr. Resa sobre la futura Iglesia. 

Para finalizar, el Sr. Cardenal, precedido de la Schola Cantorum y demás Sacerdotes revestidos, recorrió todo el recinto y lo bendijo, y al final se cantó el “Veni Creator”, dando Su Eminencia la bendición a los fieles y pronunciando un discurso alusivo al acto, explicando que el motivo de la dedicación de la Iglesia a la Virgen Inmaculada, “no puede ser otro porque no puede faltar una Iglesia con este título en la patria de Murillo, y en donde el mago del buril, Montañés, se actuó con tata maestría y perfección; en la ciudad de los fervientes devotos de la Inmaculada Concepción”. El 18 de Diciembre de 1928, el Sr. Cardenal redactó el propio expediente de erección canónica: “Decretamos: Primero. Que debemos erigir y erigimos canónicamente una nueva Parroquia. –Segundo: esta Parroquia tendrá como territorio propio el comprendido en los siguientes términos o líneas: partiendo de la confluencia de la calle de Oriente con la calle José Luis de Casso, calles XIV, VIII, XV, X y XXI, dejando dentro de la línea las manzanas 35 y 55, y dejando fuera las manzanas 62. 63, 64 y 65 y el edificio del Matadero, sigue el cauce del arroyo de Ranilla hasta el puente de la carretera a Alcalá de Guadaira, vuelve por el eje de esta carretera y sigue por el eje de la calle Oriente hasta su confluencia con la calle de José Luis de Casso” Ese mismo día, se procedió a su aprobación por el Ministerio de Justicia y Culto y firmó la Real Orden, el Ministro Señor Ponte, en Madrid. La Exposición Iberoamericana de Sevilla se inauguró el 9 de Mayo de 1929. Un día después y en el marco del Congreso Mariano organizado por la archidiócesis, tuvo lugar la bendición de la Parroquia, la cual no pudo estar terminada en su totalidad. Al acto asistieron junto al Sr. Cardenal, el Sr. Deán de la Catedral; los Beneficiados Sres. Arnósa y Terol y otras personalidades eclesiásticas y los Sres. D. Laureano Tovar y D. Francisco Martín, Canónigos. Ofició de Pontifical el propio Sr. Cardenal, quien después asistió de medio Pontifical desde el trono a la misa solemne, la cual se celebró por el Cura Ecónomo nombrado por el Prelado, asistido de los Sres. Curas de San roque y de San Bernardo, de cuyas feligresías se ha formado la nueva Parroquia. Tras la misa, se expuso Su Divina Majestad. La parte musical estuvo a cargo de la Schola Cantorum del Seminario, bajo la dirección del maestro de la Capilla de la Catderal de Burgos D. Leocadio Hernández. Asistieron también al acto una comisión de la Universidad de señores Curas Párrocos, integrada por los Párrocos de San Julián, San Andrés, Santa Cruz y San Isidoro. Dos imágenes de la Virgen Inmaculada la presidían. Una en su interior en el Altar Mayor, de madera policromada y autoría anónima, expuesta a la veneración, como titular y otra en la hornacina de la fachada principal, obra de Alonso Cano.

Su estilo arquitectónico es greco-romano, empleándose para el exterior ladrillo fino prensado, rojizo para los fondos y amarillento para los cuerpos saliente y elementos decorativos. En el zócalo del cuerpo central de la fachada principal se empleó piedra de Siera Elvira, y para las balaustradas, flameros y remates, piedra de Novelda. El interior está construido con ladrillo, revestido de un color claro.

La torre se hallaba ubicada a los pies de la nave del Evangelio, resaltando en la fachada principal, orientada hacia el Sur. La fachada lateral mide 45,50 metros de longitud y 18,50 metros de altura sobre la balaustrada. Sobre los cuerpos de pilastras se elevan los flameros con una altura de 21,20 metros desde la rasante de la calle. La torre, que forma otro ángulo, consta de tres cuerpos terminando con una cúpula, de una altura de 33 metros. En su interior, la nave tiene 3,70 metros de longitud hasta el presbiterio y una anchura de 10 metros y una superficie de 337 metros cuadrados. La altura a la clave de la bóveda es de 17 metros.

Pero para algunos fieles, a la parroquia le falta algo, una imagen que la coronara. Ante esto, en reunión mantenida el jueves 15 agosto de 1930, se expone el manifiesto de adquirir, por suscripción popular una escultura del Sagrado Corazón de Jesús, la cual fue esculpida por D. Manuel Delgado Brakembury. Se colocó el viernes 29 de Noviembre y su bendición tuvo lugar el miércoles 25 de Diciembre, invitándose en primer lugar a las personas que con sus donativos contribuyeron a sufragar los gastos para su adquisición y en segundo lugar a los devotos del Sagrado Corazón de Jesús que contribuyeron a realzar el acto con su presencia. Procedió el Emmo. Sr. Cardenal Ilundain a la bendición de dicha escultura, de Pontifical, asistido y ministrado por el Sr. Deán de la Metropolitana y de los Capitulares Sres. D. Laureano Tovar y D. Andrés Pabón.

También en dicho año, el domingo 27 de Octubre, se constituye en la parroquia, la Hermanad Sacramental

El 19 de Mayor de 1932, se consagró el templo, empezando a las ocho de la mañana y acabando el acto a las 12:00 h, conforme al canon 1165 de la época, después de dirigir Su Eminencia fervorosa plática a los fieles. Celebró la Santa Misa el Señor Cura y el Rvdmo. Prelado asistió con ornamentos sagrados desde el trono, ministrado de los Señores Capitulares de la Metropolitana, Señores Santos, Pavón y Marín y del maestro de ceremonias.

1936. El país estalla en guerra civil. En las noches del 18 y 19 de Julio, el templo fue atacado, destrozadas las puertas, arrancado el mármol del pavimento y quemadas por completo, la imagen de la Inmaculada del Altar Mayor (autor anónimo) y la imagen del Santísimo Cristo de la Sed (obra de Antonio Illanes). Un año después, el jueves 11 de Marzo, tras la restauración de la parroquia y a falta tan solo de completar el pavimento de la puerta, se coloca una nueva imagen de la Virgen Inmaculada en la hornacina central del Altar Mayor (de la escuela de Martínez Montañés), procedente del Convento de las Religiosas del Socorro y se procedió a su reapertura, haciendo la reconciliación el Emmo. Sr. Cardenal Ilundain.

En 1940, se funda en la parroquia, la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, cuyo precursor fue el párroco de la época, D. Cristóbal Garrido.

Siete han sido los Reverendos Párrocos que han dirigido la Parroquia desde su fundación: D. Rafael Sánchez Molina (1929-1936), D. Cristóbal Garrido Barrera (Junio 1939-Abril 1963), D. Manuel Calero Gutiérrez (Agosto 1963-1972), D. José Cabrera Gálvez (Diciembre 1972-Julio 1993), D. Fernando Isorna Jiménez (Julio 1993-Febrero 2004), D. José Isorna Jiménez (Febrero 2004-Septiembre 2004) y D. Ángel Sánchez Solís (Septiembre 2004-Actualidad).

Sábado 7 de Diciembre de 1985. Tiene lugar una ofrenda floral de todas las instituciones del barrio y de la parroquia, a la Inmaculada Concepción de la fachada, obra de Alonso Cano. Colabora el cuerpo de bomberos, que subió los ramos hasta la imagen

 

 

Accedamos a su interior por la puerta principal, situada en la calle “Cristo de la Sed”, antigua “Padre Coloma”. Este cambio de nombre fue aprobado por el Excmo. Ayuntamiento Pleno en sesión celebrada el día 30 de Septiembre de 1994, a propuesta del Exmo. Sr. Alcalde. En el mes de Diciembre de dicho año, fue colocado y bendecido un azulejo con la nueva nomenclatura

En su interior, vemos cuatro Altares a su derecha, que en dirección al Altar Mayor son:

-Santa Angela de la Cruz, que aparece en imagen de vestir y representada en actitud de bendecir con la mano derecha, llevando en la izquierda un cesto de esparto y un rosario. Viste hábito marrón y toca blanca.

 

-Virgen del Carmen, obra del escultor Rafael Barbero Medina (1945).

 

 

-Tras dejar a la derecha la puerta lateral, nos encontramos ante el Altar de los Sagrados Titulares de la Hermandad de la Sed, Santa María de Consolación y Santísimo Cristo de la Sed, junto a la imagen de San Juan Evangelista. A los pies de la cruz, se encuentra la reliquia de San Juan de Dios.

 

-En el último Altar, vemos a San Antonio de Padua, sobre el que se sitúa un cuadro en relieve con la Asunción de la Virgen.

En el lado izquierdo, se sitúan tres altares y tres confesionaros, que también en dirección al Altar Mayor, así se encuentran:

-Un confesionario y sobre el una crucificado.

-Altar de Nuestra Señora de Los Reyes (obra de Manuel Domínguez), Nuestra Señora del Rocío, San Judas Tadeo y San Martín de Porres.

-A continuación una puerta lateral que da a las dependencias parroquiales y a ambos lados dos confesionarios. Tras ellos, el Altar del Sagrado Corazón de Jesús, obra de Antonio Illanes en 1944, cuyo retablo fue bendecido el 27 de noviembre de 1949 por el Cardenal Pedro Segura y Sáenz, bajo diseño de Martín Ongay, mientras que el tallado de pino de Flandes, es obra de Luis Jiménez Espinosa y el dorado de Antonio Sánchez González. En su ático vemos una imagen de una Virgen con el niño en brazos, de Manuel Chiappi, de los años 40, que es copia de un fragmento del lienzo que Valdés Leal hizo de la “Aparición de la Virgen y el Niño a San Ignacio de Loyola en Pamplona”, para la Casa Profesa de la Compañía de Jesús

-A San José, lo vemos en el último Altar y ambos lados de este, San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María. Ocupando el ático del mismo, una pintura de la Divina Pastora.

 

 

 

Hasta mediados de los años 80, existió entre estos dos últimos altares el púlpito, como vemos en esta fotografía inferior tomada en 1985, durante la celebración del Quinario del Santísimo Cristo de la Sed, y que se aprecia en la parte superior izquierda.

 

 

 

 

Vemos el Altar Mayor. En el Centro, una Virgen Inmaculada (obra de José Antonio Navarro Arteaga), bendecida el sábado 10 de Diciembre de 2005, por el Emmo. Sr. Arzobispo D. Carlos Amigo Vallejo, quien también bendice el nuevo Sagrario.

 

 

 

Esta imagen sustituye a la anterior imagen procedente del convento de las Religiosas del Socorro, que fue colocada en 1937, al quemarse un año antes la primitiva imagen. Esta imagen de las Religiosas podemos apreciarla a la derecha de dicho altar, junto a la Pila Bautismal

 

 Volviendo al Altar Mayor, a ambos lados se sitúan dos mosaicos. En el derecho vemos al Sagrado Corazón de Jesús, apareciéndole a la Religiosa Santa Margarita María de Alacoque, mostrándole su corazón. En el izquierdo se representa la Sagrada Familia de Nazaret

  

Veamos ahora su exterior, su fachada principal. En ella se destacan, en el centro,  una Inmaculada tallada en Piedra, que sustiuyó a la original de Alonso Cano, su amplia puerta en la que podemos leer en latín “HAEC EST DOMVS DEI ET PORTA COELI”, “Esta es la Casa de Dios y la Puerta del Cielo”; y a la izquierda de dicha puerta, un reloj sobre una ventana con la inscripción “AVE MARÍA” y la puerta que da acceso alas dependencias parroquiales, actualmente en obras.

Coronado la Fachada, una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra de D. Manuel Delgado Brackembury, Mide de alto dos metros y medios y ochenta y seis centímetros de ancho o frente y sesenta y cuatro centímetros de fondo. Lleva un crucífero de sesenta centímetros de diámetro, en el que se lee: “Venite ad me ommes... et ego recifian vos”, “Venid a Mi todos... y yo os aliviaré”. En sus tres caras de la base podemos leer una inscripción, que quedó para la posteridad: “Rigiendo la Iglesia Católica el Papa Pío XI, gobernando España Don Alfonso XIII y siendo Arzobispo de Sevilla el Cardenal Ilundain y Esteban se erigió esta estatua del Sagrado Corazón de Jesús el 8 de Diciembre de 1930. El escultor, Delgado Brackembury”.

En la fachada lateral, Avenida Cruz del Campo, una segunda puerta, con una inscripción en ella, “PORTA COELI”, “Puerta del Cielo”. Tiene seis vidrieras, dos de ellas ovaladas, todas ellas de cristal catedral policromado y decorado con alegorías simbólicas a la letanía de la Santísima Virgen.

 

 

 
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