El consuelo del cristiano es la vida eterna que nos libera. La visión profética de San Juan Evangelista en el Apocalipsis del triunfo final y definitivo de la Iglesia, hizo que dicho libro se considerara como “Libro de Consolación”.
En la pupila de sus ojos se ve reflejado el celeste de ese Cielo que esperamos.
MADRE DE LA IGLESIA: No podía ser de otra manera en 1964, dentro de las sesiones del Concilio Vaticano II, la Santísima Virgen, es reconocida oficialmente por la Iglesia con el Título de “Madre de la Iglesia”.
Podemos estar orgullosos de los títulos escogidos por nuestros fundadores como advocación de nuestra Titular, Consolación Madre de la Iglesia.
“Consuelo de los afligidos” . Ruega por nosotros.
“Madre de la Iglesia”. Ruega por nosotros.