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La Hermandad de Nervión celebrará este próximo Lunes de Pentecostés, 6 de junio, la festividad litúrgica de María Madre de la Iglesia con una solemne eucaristía en honor a Santa María de Consolación Madre de la Iglesia.

Una Misa que dará comienzo a las 20.00 horas en la Parroquia de la Concepción Inmaculada y que estará predicada por el cura párroco Rvdo. D. Ángel Sánchez Solís. También participará el Coro Sacro Madre de la Iglesia, perteneciente a la hermandad.

 

FESTIVIDAD DE MARÍA MADRE DE LA IGLESIA

El Papa Francisco decidió que el Lunes de Pentecostés sea el día consagrado para venerar a "María, Madre de la Iglesia". El decreto, firmado el 11 de febrero, fecha del aniversario de las apariciones de Nuestra Señora en Lourdes, fue publicado el 3 de marzo de 2018.

El Cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos, explicó que el Santo Padre tomó la decisión de celebrar a María como Madre de la Iglesia, "tomando en cuenta la importancia del misterio de la maternidad espiritual de María quien, durante la espera del Espíritu Santo en Pentecostés, nunca dejó de ocuparse maternalmente de la Iglesia peregrina de aquellos tiempos."

La Hermandad de Nervión va a restaurar el primitivo retablo del altar que usaron en la Parroquia de la Concepción de la Inmaculada sus Venerados Titulares: el Santísimo Cristo de la Sed y Santa María de Consolación Madre de la Iglesia. Se trata de una extraordinaria talla de Manuel Guzmán Bejarano del año 1970 y que estuvo en uso hasta el año 2004.

Ahora, la junta de gobierno que preside José Cataluña, en su apuesta firme por preservar y recuperar el patrimonio de la hermandad, quiere recuperar este retablo para instalarlo de manera permanente en la casa hermandad.

Los trabajos de restauración van a estar a cargo del restaurador-dorador Francisco Pardo Jiménez y la previsión es que estén finalizados para enero del próximo año 2023.

CARTA ABIERTA DEL HERMANO MAYOR A TODOS LOS HERMANOS DE NERVIÓN

 

Querido hermano mío, 
 
Miramos hoy atrás y hace justo siete días nuestra Hermandad estaba profesando esa esencia, fe y religiosidad popular que desde Nervión vertemos desde hace ya más de medio siglo por las calles de nuestro barrio y en el corazón de Sevilla.
 
Hoy, con esos recuerdos indelebles tras tantos momentos vividos el pasado Miércoles Santo, quisiera detenerme para daros las GRACIAS a cada uno de los hermanos que de alguna manera participaron directa o indirectamente en nuestra estación de penitencia. Vuestra entrega incondicional al Santísimo Cristo de la Sed y a Santa María de Consolación Madre de la Iglesia es intachable y ello se refleja, año a año, no sólo en un crecimiento en la nómina de nazarenos y nuevos hermanos, sino en la calidad espiritual de una cofradía que sigue dando pasos de gigantes tras más de 50 años de vida.
 
No era este un año cualquiera, era el de después de dos años en casa por esa maldita pandemia que ha asolado -y lo sigue haciendo- a todo el mundo. Era el día, la hora de volver a las calles de nuestra barrio, a esas ventanas de nuestros vecinos que siempre nos esperan, a nuestro hospital de San Juan de Dios para llevar esperanza y consuelo a nuestros enfermos... Era el momento de regresar a Sevilla, de derramar la Sed que en Cristo siempre saciamos cuando lo vemos caminar, de llorar con María para llenar de consuelo a tantos hermanos que lo necesitan, de vestir el hábito nazareno para sentir por nuestras venas la cofradía que nos enseñaron a amar nuestros padres y abuelos.
 
Era el Miércoles de la Sed. Y la cofradía completó uno de los años más especiales que recuerdo. Todo fue extraordinario y fue todo gracias a una junta de gobierno maravillosa y comprometida y, en especial, a todos los que participasteis llenando de oración, luz y color este soleado Miércoles Santo.
 
Gracias hermanos nazarenos por vuestro saber estar y por llevar a Sevilla la esencia de nuestra Hermandad. Gracias capataces y costaleros por entregaros, un año más, en cuerpo y alma para aliviar los kilos de cada uno de nuestros pasos y caminar siempre de frente, como hacemos cada día en Nervión. Gracias a los diputados y sanitarios que sirvieron en todo momento en beneficio de nuestro cortejo. Gracias a las cuatro bandas (Nazareno, Rosario, Oliva y Mairena) por brindarnos toda su excelencia musical. Gracias a nuestra parroquia y a nuestro director espiritual por ayudarnos a caminar por el sendero de la fe. Gracias a mi junta de gobierno por desarrollar de manera sobresaliente cada una de sus funciones y misiones pastorales. Y gracias, como no, a todos los vecinos de Nervión y a la Sevilla cofrade por abrirnos las puertas de sus almas para recibir con los brazos abiertos a esta nuestra bendita cofradía.
 
Ahora toca caminar un nuevo año unidos en Hermandad y, como siempre, será un honor y un privilegio recibiros en esta que es siempre vuestra casa. Elevo mi oración al Santísimo Cristo de la Sed y a Santa María de Consolación Madre de la Iglesia para agradecerles lo mucho y bueno que nos regalaron el pasado Miércoles Santo y para que bendigan cada uno de vuestros hogares.
 
Recibe un afectuoso abrazo en Cristo Resucitado. Feliz Pascua de Resurrección.
 
José Cataluña Carmona
Hermano Mayor
 
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