Hermandad de la Sed

Crónica de un día Inolvidable

Fotografias: José Javier Comas Rodríguez y de Juan Antonio Bandera (www.pasionensevilla.tv)

Al alba, aprovechando esa luz inigualable que produce los amaneceres de Su tierra, se formaba en el interior de nuestra Parroquia, la comitiva que acompañaría en solemne Rosario, según determina nuestras Reglas, a la Reina de nuestros corazones y de todos los vecinos de Nervión.

Nuestro objetivo, aplicarlo por los que sufren, por los enfermos y afligidos; esta vez no sólo por los del Barrio sino por todos los de las feligresías que visitaríamos y también los acogidos en las residencias y hospitales de la Orden de San Juan de Dios y nuestra meta la Parroquia de San Ignacio de Loyola sede de nuestra FRATERNAL y queridísima Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora del Rosario Doloroso.

A las ocho en punto, se inició el rezo del Santo Rosario por nuestro Director Espiritual Don Ángel Sánchez Solís y se puso en marcha nuestra Hermandad. Abría la Cruz Parroquial acompañada por dos ciriales, precedida de un hermano acólito turiferario. Seguían un largo tramo de hermanos con cirio que cerraba la Bandera de la Santísima Virgen acompañada de cuatro varas. A continuación procesionaba el Estandarte de la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, una amplia representación de hermanos de la Hermandad del Polígono de San Pablo y su Junta de Gobierno al completo que previamente, al llegar a nuestra Parroquia habían ofrendado flores a nuestros Titulares. Tras ellos, la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad y la Presidencia, ocupada por nuestro Teniente Hermano Mayor Juan José García Delgado; Hermano Mayor de la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús, Antonio Fonseca Fonseca; Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, Manuel Márquez Hernández; nuestro Hermano Mayor, Francisco Javier Escudero Morales y el Delegado de Hermandades del  Miércoles Santo en el Consejo General de Hermandades y Cofradías, Mateo González. Seguía la Coral  San Francisco de Asís, Cuerpo de Acólitos de nuestra Hermandad, Paso de la Santísima Virgen del que ejercía como Fiscal Julio González Escobar y que era llevado por la Cuadrilla de Costaleros del Santísimo Cristo bajo las órdenes de Ricardo López Ruiz y Clero Parroquial, presidido por nuestro Director Espiritual y auxiliado por nuestro Diputado de Cultos y Formación, José Cataluña Carmona.

La Santísima Virgen lucía expléndida en su Paso tal y como procesiona el Miércoles Santo, exceptuando los varales y palio. Espectacular el montaje de cera, fundida magistralmente por el Equipo de Priostía de la Hermandad del Polígono y el exorno floral realizado primorosamente por Eduardo Fernández Melero y compuesto por nardos y liliums. Portaba la Virgen en su mano derecha la azucena de plata, regalo de un hermano y en la izquierda su barquito de oro y sobre su pecho, el pectoral del Cardenal Bueno Monreal y la Granada de Oro regalo de la Orden de San Juan de Dios.

Conforme se avanzaba por las calles del Barrio, el Sol no quería quedarse esta vez sin ver a nuestra Madre y la fue alumbrando con toda su fuerza, resaltando aún mas si cabe toda su belleza. Dejamos atrás solemnemente nuestro Barrio desgranando los Misterios del Santo Rosario y llegamos a la puerta de la Parroquia del Perdón, siendo recibidos por su Párroco, tras rezar por la salud de los enfermos de la feligresía se entonó el canto de la Salve en honor de nuestra Virgen.

Ya dentro de las calles del Polígono de San Pablo nos dirigimos a la Parroquia de San Juan de Ribera, allí igualmente fuimos recibido por su Párroco y también tras una ofrenda floral se pidió por los enfermos de esa feligresía.

En el rostro de nuestra Virgen y en el de todos sus hijos de Nervión, se reflejaba  ya la alegría por la cercanía de la Parroquia de San Ignacio de Loyola. Como expresar nuestra emoción al contemplar el recibimiento que para nuestra Madre y para nuestra Hermandad había preparado el Barrio del Polígono. Toda la Avenida de Pedro Romero, aparecía llena de gallardetes con símbolos marianos, colgaduras y reposteros, la Avenida estaba radiante, así un Barrio de Sevilla, de la Sevilla de siempre, pues en sus vecinos corre la sangre de la mejor Sevilla de siempre, de Triana, de San Bernardo, de San Julian, de sus corrales, que han forjado esta realidad de la Sevilla Eterna que es hoy el Polígono de San Pablo y como buenos sevillanos, saben recibir como nadie a su Madre.

No había terminado allí nuestra emoción y nuestra alegría ya que una vez traspasada la cancela de la Parroquia, a las diez y media de la mañana, nos encontramos con un jardín bellamente exornado. Se habían dispuesto más de cuatrocientos asientos, alfombras, resposteros. La luz y el calor irradiaban a nuestra Madre que fue colocada primorosamente por sus costaleros en las puertas de la Casa de Hermandad ante un bello altar, para presidir la Eucaristía.

Antes del comienzo de la Santa Misa nuestra Hermandad ofrendó sendas canastillas de flores para Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora del Rosario Doloroso que nos esperaban en la Capilla Sacramental, presidida en el Sagrario por Jesús Sacramentado que habían sido llevadas hasta allí por nuestras hermanas, María del Carmen y María Teresa y nuestro Acólitos Menores, Juan Antonio, Cristina, Carlos y Alejandro.

A las 11 dió comienzo la Solemne Función oficiada por los Directores Espirituales Fray Pedro y D. Ángel. Previamente Manolo Márquez dirigió unas bellísimas palabras que nos emocionaron y que califican su caballerosidad, su bondad y el porqué ha sido elegido por Jesús Cautivo para tener el honor de dirigir esta grandísima HERMANDAD del Polígono de San Pablo.

Y siguieron las emociones, el Coro que como dijo nuestro Hermano Mayor en la despedida se le entiende todo, nos deleitó con una canción de entrada que por su belleza transcribimos:

Mira que contenta está hoy nuestra Madre
Que hasta sonreírse parece querer
Hay ganas de fiesta en toda Sevilla
Porque unen sus lazos San Pablo y La Sed.
Mil ramos de flores adornan la iglesia
El templo rebosa felicidad
Cautivo se queda Nervión de San Pablo.
San Pablo consuela su Sed de hermandad.
Y este regalo os queremos traer
Un Rosario hecho de amor y de fe,
De amor y de fe, de paz y amistad,
Que reinen por siempre en nuestra Ciudad.
Repican a gloria campanas del Cielo
Nervión y San Pablo reunen sus luceros
Mira como brilla la Madre de Dios
Madre del Rosario o María de Consolación.
 
Ante ti Sevilla, lucienco sus palios,
Se hermanan dos sueños Nervión y San Pablo.

Siguió la Eucaristía en el transcurso de la cual, Fray Pedro desarrolló una magnífica homilía en la que resaltó los verdaderos valores en los que deben cimentar nuestras hermandades su unión; el verdadero amor de hermanos y el amor a esos Cristos Vivos que son los que sufren, los afligidos, los desahuciados de nuestra sociedad, los encarcelados y los enfermos. Verdaderas palabras evangelizadoras que se deben clavar en nuestros corazones.

Terminada la Misa, y tras unas palabras de agradecimiento de nuestro Hermano Mayor, este firmó en el Libro de Honor también lo hicieron nuestro Director Espiritual, y el Delegado del Consejo de Hermandades y Cofradía y se realizó una foto de familia en la que posaron juntos los hermanos de ambas hermandades.
Comenzó después un tiempo de verdadera hermandad, pues tras un ágape ofrecido por la Hermandad del Polígono, se vivieron unas horas entrañables de convivencia con un eje principal de conversación, nuestras hermandades

Y el reloj marcó las ocho de la tarde, era la hora de despedirse, nuestra Junta de Gobierno lo hizo así, ante las imágenes de Jesús Cautivo y Nuestra Señora del Rosario, aunque realmente no era una despedida, era un hasta luego. De nuevo se formó la comitiva de regreso, ahora abría el cortejo la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Evangelista, se agregaron nuevos hermanos con cirios y la Juventud de la Hermandad hermana, cerrando el cortejo la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor y portando esta vez sobre sus hombros a nuestra Virgen su cuadrilla de Costaleros.

Nos fuimos alejando de la Parroquia y al llegar al final de la Avenida de Pedro Romero, nuestra Madre dio un giro de ciento ochenta grados para despedirse del que ya es su Barrio del Polígono de San Pablo que emocionado la despedía.

Adentrado el cortejo en la Avenida de la Soleá, se hicieron sendas paradas ante la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar y de San Pablo, para pedir por sus enfermos y continuamos nuestro camino, al llegar a la confluencia de Luis Montoto con Tomás Murube realizó una llamada al paso nuestro hermano Antonio J. Dubé de Luque, autor de Santa María de Consolación.

Emotivo el transcurrir por las distintas calles del Barrio, especialmente por la calle Doña Juana de Castilla, que como siempre recibió magníficamente a su Hermandad y a su Virgen.

A las doce en punto a los sones de la marcha El Consuelo de María nuestra Reina hacía su entrada en nuestra Parroquia, entre una interminable ovación de sus hijos. Previamente Manolo Márquez había efectuado la última llamada, dedicando unas bellas palabras a nuestra cuadrilla de costaleros.

Ya dentro, tras las preces por nuestros hermanos que ya no están con nosotros y canto de la Salve, los abrazos, las felicitaciones y las lágrimas de emoción de unos HERMANOS cuyos lazos fraternales cada día se agigantan más, pusieron fin a un inolvidable día 14 de Septiembre de 2008.

Gracias sean dadas a Dios nuestro Señor.

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