Es esta una nueva marcha, dedicada a la Hermandad, la que se suma a nuestro importante patrimonio musical, compuesta por el prestigioso compositor D. Francisco Pastor Bueno.
Según palabras de su autor: «Es una obra muy descriptiva pero no de una descripción plástica, que podría haber sido, sino de una descripción emotiva. El impulso para escribir esta marcha me llegó tras leer un texto de San Roberto Belarmino que contenía una explicación literal de la quinta palabra que dijo Jesús en la cruz. La crudeza de la escena que se desprendía de ese texto y la impotencia del Hombre que sufrió tan duro martirio, aceptándolo con una fatal sumisión, expresando como única muestra de una agonía insoportable la sensación de «tener sed» y hacerlo para cumplir con lo que estaba escrito, para dejar constancia de que Él era quien era y debía cumplir la voluntad del Padre, me hizo sentir la necesidad imperiosa de desahogarme con la música. Fue como si mi cerebro hubiese reaccionado ante una escena tan cruel generando un antídoto en forma de música que actuara como bálsamo para el drama«.
Estilísticamente es una obra clásica, serena y liberada de cualquier corsé estructural o temático, cuyos temas están concebidos y tratados de una manera muy orquestal
Pastor Bueno, autor de diecisiete marchas para bandas de música, entre ellas «Dolores y Providencia», «Buen Fin» o «Dulce Soledad Servita», ya compuso en 1999 una marcha dedicada a nuestra Bendita Madre, bajo el nombre de «El Consuelo de tus ojos»
