Veamos esta fotografía correspondiente al Miércoles Santo 7 de Abril de 1982. Santa María de Consolación baja por el desparecido puente de la Calzada en su camino a la Santa Iglesia Catedral, siete nazarenos en primer plano, cinco adultos y dos pequeños; tras ello los portadores de ciriales e incensarios y al fondo el paso de palio con bambalinas sin bordar y dos nazarenos más delante del mismo. Vemos también una valla publicitaria de una conocida fábrica de muebles, en un edificio que ya no existe.
Pero ¿no han notado nada extraño? Miren bien, miren bien. Hay sobre todo dos aspectos que llaman la atención, ¿Por qué visten así los portadores de ciriales e incensarios? ¿Por qué los nazarenos no llevan escudo ni en el antifaz ni en la capa?
Demos respuesta a ello. Los primeros vestían como indicaba en las reglas de 1980, en su artículo 7º, Capítulo IX «Cultos externos»: «Los portadores de ciriales que preceden a los pasos de nuestros titulares, vestirán la sotana y el cíngulo del hábito aprobado para la Hermandad». Se intentó cambiar el atuendo de los mismos, solicitando mediante carta de fecha 27 de enero de 1981, al Iltmo. Sr. Vicario Episcopal de Laicos, «autorización para modificar el atuendo de los «acólitos» que acompañan a nuestras Sagradas Imágenes, revistiéndolos de dalmáticas, en vez de las túnicas negras y cíngulos blancos que en las Reglas de la Hermandad están consignados».
Pero la respuesta emitida por el Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías del Arzobispado de Sevilla, la encontramos en una carta con fecha 10 de Febrero de 1981, donde se lee textualmente “no procede dicho cambio y explica los motivos según el dictamen del Secretariado Diocesano de Pastoral Litúrgica: La petición que hace la Hermandad para que los «acólitos» que acompañan las Sagradas Imágenes vayan revestidas con «dalmáticas», en principio no debería concederse, toda vez que «El vestido propio del Diácono es la dalmática, que se pone sobre el alba y la estola» (Ordenación General del Misal romano, nº300). La dalmática, por tanto, es vestidura propia del Diácono en al celebración litúrgica y signo del ministerio diaconal en la Asamblea. Los ministros inferiores al Diácono pueden vestir alba u otra vestidura legítimamente aprobada en cada Región (O.G.M.R., nº301. Véase también nº297. Las vestiduras expresan la diversidad de ministerio y su uso indebido conduce a la confusión de ministerios). Por tanto, la costumbre de esta Hermandad, desde su fundación, de no usar los acólitos (monaguillos) dalmáticas y sí ropas parecidas al alba o propias de monaguillos en nuestra región, está en plena consonancia con la actual normativa litúrgica de la Iglesia. Son las restantes Cofradías de Sevilla las que difieren de las normas litúrgicas al revestir con dalmáticas a los acólitos que, por desgracia, no siempre ni siquiera las llevan con la dignidad debida. Por otra parte, cuando quizás pronto tendremos en nuestra Diócesis el Diaconado Permanente, no conviene malbaratar los signos propios del ministerio diaconal entre los que entran las vestiduras sagradas. En consecuencia y a la vista del anterior dictamen, creemos que la Hermandad deberá conservar el espíritu de austeridad y sencillez que adoptó en sus principios fundacionales”.
Pero el 29 de Mayo se recibe una carta del Consejo General de Hermandades y Cofradías donde nos piden información sobre el «atuendo no tradicional ni habitual en nuestra Semana Santa de los acólitos de la Cofradía».
Por un lado el Secretariado Diocesano dice que no procede al cambio de atuendo de los acólitos y que se siga con el actual y por otro el Consejo pregunta porque se sigue con el actual, siendo este ni tradicional ni habitual.
Se contesta al Consejo con una carta fechada el día 11 de Junio y se les expone los motivos, que no son otros que los especificados por el Secretariado Diocesano Hermandades y Cofradías del Arzobispado, en su carta del 10 de Febrero. Al final de la misma, se ruega al Consejo que interceda en este asunto tan importante para aclarar que hacer finalmente, si el atuendo tradicional u otro.
En 1986 se modifican algunos artículos de las reglas y uno de ello, el 10º, en el Capítulo VII «De la estación de penitencia», leemos «Los portadores de ciriales e incensarios que precedan los pasos vestirán las ropas litúrgicas de los acólitos para las funciones de cultos». Estas nuevas reglas, se remiten el día 14 de febrero de ese mismo año, al Illmo. Sr. Vicario General del Arzobispado: “Con el presente tengo el honor de enviar a V.I, las nuevas reglas de esta Hermandad, aprobadas en Cabildo General Extraordinario, celebrado el pasado día 7 de Febrero».
Con fecha 29 de Octubre de 1987, se recibe una carta del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías, donde «visto el anterior escrito de solicitud de aprobación de Reglas, revisadas y adaptadas a tenor de las Normas Diocesanas vigentes para las Hermandades y Cofradías, de acuerdo y conformidad con los dictámenes emitidos por nuestros Organismos diocesanos correspondientes y en virtud de las facultades que nos competen, decretamos lo siguiente: PRIMERO. Aprobamos las Reglas que nos han sido presentadas, toda vez que, según dictamen del Ministerio Fiscal del Arzobispado y los informes recabados de nuestro Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías, están conformes con las disposiciones del Derecho Canónico General de la Iglesia y con las particulares de esta Archidiócesis”.
Tras la aprobación, es en el Miércoles Santo de 1988, 30 de Marzo, cuando vemos por primera vez a los portadores de ciriales e incensarios, vistiendo como se indicaba en el artículo 10º, Capítulo VII, dejando atrás la habitual túnica negra y cíngulo, como hasta ahora se venía utilizando.
Ahora, hablemos de los nazarenos que vemos en la fotografía de esta semana, que visten como se indicaba en las reglas de 1980, en su artículo 8º, Capítulo IX «Cultos externos», “En la Estación de Penitencia, todos los Hermanos acompañaran a nuestras Sagradas Imágenes vistiendo sotana negra, desprovista de botonadura, ceñida por un cíngulo blanco, llevaran capa blanca y cubrirán su rostro con antifaz de color negro con capirote; calzaran zapatos negros desprovistos de hebilla, con calcetín negro o descalzos. Asimismo llevaran pendiendo del cuello y debajo del antifaz la cruz de hermano”.
A pesar de que en las mismas reglas, artículo 1º, Capítulo X «Disposiciones generales», decía «El escudo de esta Hermandad estará formado por los motivos siguientes: Cruz latina símbolo de Cristo, sobre ella el Símbolo Sacramental y el anagrama de María, llevando todo como base la barca, símbolo de la iglesia y la leyenda «María, Madre de la Iglesia”, no fue hasta el Miércoles Santo de 1985, cuando por primera vez, los nazarenos llevamos ambos escudos en el antifaz y la capa. Aunque en la misma carta que antes se mencionó, con fecha 11 de junio de 1981, remitida al Consejo General de Hermandades y Cofradías, se explicaba que «igualmente intentamos acoplar en nuestras capas el escudo de la Hermandad, ya que es la única Cofradía sevillana que no lo ostenta y una vez todos los escudos en poder de los Hermanos que iban a realizar la Estación Penitencial y obligado por algunos hermanos, nos comunicó la Autoridad Eclesiástica la abstención de modificar nuestras Reglas, cosa que no entraba ni entra en nuestro ánimo, por lo que se ruega interceda en este asunto tan importante para ver que se va a hacer realmente.
En Resumen, que el atuendo de los portadores de ciriales e incensarios, cambió en la Semana Santa de 1988 y los escudos fueron llevados por primera vez en la Semana Santa de 1985.
Al principio de este documento, se citó que la fotografía de esta semana corresponde al Miércoles Santo de 1982. ¿Pero que más sabemos de la Estación de Penitencia de este año? Entre otras cosas, se contrataron las Bandas de Música de cornetas y tambores “Virgen de la Hiniesta” y del Cuerpo de Bomberos, y D. Rafael Franco Rojas fue el capataz del paso de Santa María de Consolación.
Hablando de la Banda del Cuerpo de Bomberos, esta iba por delante de la Cruz de Guía y durante un tramo del recorrido por los jardines de San Juan de Dios, dejó su sitio y acompañó al Santísimo Cristo de la Sed, siendo por tanto esta banda la que de alguna manera acompañara por primera vez al Paso de Cristo, hasta la definitiva incorporación de una banda para todo el recorrido.
Para terminar el documento de esta semana, veamos el recorrido de nuestra Hermandad según el Programa de Semana Santa de ese año de 1982:
1.30h-SALIDA, 1.40h-Padre Coloma, 1.50h-Marqués de Nervión, 2.00h-Rico Cejudo, 2.10h-Benito Mas y Prats, 2.20h-Luis Montoto, 3.10h-San Esteban, 3.20h-Plaza de Pilatos, 3.30h-Águilas, 3.40h-Plaza de San Ildefonso, 3.50h-Zamudio, 4.00h-Plaza de San Leandro, 4.10h-V.C.Mejías, 4.20h-Almirante Apodaca, 4.30h-Plaza de la Encarnación, 4.40h-Imagen, 4.50h-Laraña, 5.00h-Orfila, 5.10h-Javier Lasso de la Vega, 5.30h-Trajano, 5.40h-Campana, 5.50h-Sierpes, 6.30h-Plaza de San Francisco, 6.40-Avenida, 7.10h-Catedral, 7.40h-Placentines, 7.50h-Alemanes, 8.00h-Argote de Molina, 8.10h-Placentines, 8.20h-Francos, 8.40h-Chapineros, 8.50h-Álvarez Quintero, 9.10h-Plaza del Salvador, 9.20h-Villegas, 9.30h-Cuesta del Rosario, 9.40h-A.M.Camacho, 9.50h-Plaza de la Alfalfa, 10.00h-Águilas, 10.20h-Plaza de Pilatos, 10.30h-San Esteban, 10.40h-Luis Montoto, 11.00h-Fdo. Tirado, 11.10h-Oscar Carvallo, 11.20h-Eduardo Dato, 11.30h-San Francisco Javier, 11.40h-Manuel Casana, 11.50h-Sanatorio San Juan de Dios, 12.10h-Marqués del Nervión, 12.20h-Padre Coloma, 12.30h-TEMPLO